31 marzo, 2013

Podemos definir “AULAS FELICES” como un programa pionero basado en la psicología positiva cuyo objetivo fundamental es potenciar aprendizajes y felicidad en los alumnos, promoviendo su desarrollo personal y social a través del bienestar de esos alumnos, sus profesores y sus familias. Se trata de un programa con una visión integradora y adaptado  a nuestro sistema educativo al proponer el desarrollo de las competencias básicas, específicamente tres de ellas: Autonomía e iniciativa personal, Competencia social y ciudadana y Competencia para aprender a aprender y plantear la necesidad de la Educación en Valores.

Este Programa  recoge un amplio repertorio de actividades cuya aplicación se extiende desde la etapa de Educación Infantil hasta la Educación Secundaria y que ha logrado gran reconocimiento a nivel internacional.

La Psicología positiva impulsa actualmente dos áreas de intervención e investigación las cuales van a constituir la base de la que parte “Aulas Felices”:

  • La práctica de la “atención plena” en las aulas.
  • La investigación sobre los rasgos de personalidad, que ha dado lugar a una teoría en torno a “las fortalezas personales” (Seligman, 2002; Peterson y Seligman,2004).

La atención plena supone un estilo de vida basado en la consciencia y la calma y que nos permite vivir plenamente en el momento presente. Tiene su origen en las filosofías orientales más antiguas, especialmente el budismo y sus posibilidades de aplicación se han extendido en la práctica clínica a psicoterapia pero también en el terreno educativo. Existen estudios que demuestran que la atención plena aumenta la concentración; mejora el control de pensamientos, emociones y conductas; permite disfrutar del presente y produce cambios a nivel neurobiológico. Según las revisiones efectuadas por Simón (2007), parece que la práctica de la atención plena activa y fortalece la corteza prefrontal, responsable de la integración de la conducta humana, provocando cambios morfológicos duraderos tanto en la corteza cerebral como en los hábitos mentales de las personas.

Algunas de las técnicas de atención plena que se trabajan a partir de “Aulas Felices” son la meditación basada en la respiración, otras técnicas de relajación/meditación como el “Chi Kung“(sus principios básicos son el control del movimiento, de la respiración y del pensamiento para lograr la armonía), y la atención plena en la vida cotidiana.

El día a día de nuestros alumnos se fundamenta en un “ir y venir constante” debido al elevado número de actividades a las que se ven sometidos, y en ocasiones algunas de ellas impuestas por sus padres para ocupar esos espacios de tiempo que no pueden compartir con ellos por falta de tiempo o  quizás de ganas. La jornada escolar es demasiado larga si tenemos en cuenta que algunos  empiezan  ya a las ocho de la mañana para terminar a las cinco de la tarde (estamos hablando de nueve horas, en algunos casos).  Pero por si esto no fuera suficiente, los padres además cubren la tarde con todo tipo de actividades deportivas, artísticas, etc. Si nos parásemos a  reflexionar sobre ello llegaríamos a la conclusión de que los niños y niñas viven realmente estresados. Kabat-Zinn (1990:53-54) advierte que cuando prestamos atención a  nuestra mente, descubrimos que ésta “se halla en el pasado o en el futuro, no en el presente”, y como consecuencia “podemos perdernos muchos momentos que tengamos para vivir por no estar aquí plenamente para ellos”.

Este  programa ofrece múltiples posibilidades para trabajar la atención plena en las aulas: respiración (sensaciones de frío y calor en la nariz, contando un número en cada inspiración, exploración del cuerpo), meditación caminando, saborear un alimento, “un guijarro en el bolsillo” para recordar  ser consciente en cada momento, seleccionar tareas diarias y realizarlas con consciencia, etc. Todas ellas están muy relacionadas con dos conductas muy  especiales dentro del amplio abanico de posibilidades que nos ofrece la atención plena desde el ámbito de la Psicología Positiva: El “saboreo” (savoring), término acuñado por Fred B. Bryant y Joseph Veroff (2006) para referirse a la necesidad de “saborear” o disfrutar las buenas experiencias que nos ofrece la vida y “Fluir” (flow), concepto aportado por Mihaly Csikszentmihalyi en su obra “Una psicología de la felicidad”. Este autor destaca la noción de “flujo” como un estado en el que las personas se hallan plenamente involucradas en la actividad que están realizando (pintar, tocar un instrumento, etc).

Muchas de estas actividades se pueden plantear en momentos puntuales (al iniciar una clase, después de un momento de excesivo alboroto, al entrar del recreo) ocupando un período de tiempo muy corto. Realmente se convierten en rutinas que nuestros alumnos van interiorizando para relajarse, concentrarse y disfrutar dentro del aula.

Las Fortalezas personales permiten al ser humano cultivar su vida interior, para que la felicidad dependa de sí mismos y no tanto de lo exterior (me gustaría recordar en este punto, los factores de la felicidad que  expuse en mi post anterior “Educar la felicidad desde la Piscología Positiva”). Seligman (2002) se refiere al “buen carácter” como formado por un conjunto de rasgos positivos que él denomina “fortalezas”. La obra de referencia en este campo es  “Fortalezas y virtudes del carácter: Manual y Clasificación” (Peterson y Seligman, 2004), manual de referencia internacional de la salud mental en su vertiente positiva.

Las veinticuatro fortalezas personales que permite trabajar el Programa “Aulas Felices” y que se agrupan en torno a seis grandes bloques  temáticos:

  • Sabiduría y conocimiento: Creatividad, Curiosidad, Apertura mental, Amor por el aprendizaje, Perspectiva.

  • Coraje: Valentía, Perseverancia, Integridad, Vitalidad.

  • Humanidad: Amor, Amabilidad, Inteligencia social.

  • Justicia: Ciudadanía, Sentido de la justicia, Liderazgo.

  • Moderación: Capacidad de perdonar, Modestia, Prudencia, Autocontrol.

  • Trascendencia: Apreciación de la belleza, Gratitud, Esperanza, Sentido del humor, Espiritualidad.

El refuerzo de estas fortalezas personales desde un modelo integrador va a permitir a nuestros alumnos aprender  a ser persona,  a convivir y  a pensar. Existen distintas posibilidades para trabajar las fortalezas personales en las aulas: actitud positiva del profesorado, una educación que priorice la calidad a la cantidad (educación lenta), modelos organizativos basados en el trabajo por proyectos, aprendizaje cooperativo, socioconstructivismo. Pero además de todo ello, este programa ofrece un repertorio amplio de actividades para reforzar cada una de estas fortalezas como propuestas específicas (secuenciar actividades para abordar en distintas etapas y ciclos o bien priorizar aspectos  a trabajar), planes personalizados (En 3º ciclo de E. Primaria y Secundaria cada alumno realiza el cuestionario VIA y a partir de los resultados obtenidos, se elabora un plan de trabajo personalizado seleccionando un par de fortalezas en las  que destaca y otras que debería mejorar.) y trabajo conjunto familia-escuela (reuniones tutoriales, colaboración de los padres en actividades de aula, refuerzo de actividades en casa,etc).

Por supuesto “Aulas Felices” no es un contenido al margen del currículo sino todo lo contrario debe convertirse en una filosofía de centro, en algo que forma parte de todas las actividades que realizamos con nuestros alumnos en las aulas y en la vida del centro. Otro aspecto interesante a destacar es que puede ser aplicado desde distintos niveles de intervención: en el aula (trabajo de un profesor con el alumnado y consigo mismo), equipos didácticos/departamentos (programación de actividades por parte de los profesores que los forman), Centro (formando parte del PEC, PCC y POAT) y Comunidad Educativa (involucrando a los distintos sectores que la conforman).

Este Programa elaborado por el Equipo SATI de Zaragoza (ampliar información en  el post anterior) puede descargarse gratuitamente en http://catedu.es/psicologiapositiva. En esta dirección podemos encontrar tanto el Programa como los anexos donde se recopilan todos los materiales necesarios para su puesta en marcha. Me gustaría agradecer y felicitar a este Equipo de trabajo por poner a nuestra disposición este trabajo que permite enriquecer nuestra tarea docente.