3 julio, 2013

Esta es una de las primeras preguntas que surgen cuando damos a conocer el proyecto. Es evidente que el viaje supone un coste muy elevado al conjunto de la actividad, y en un momento como el que estamos atravesando cualquier cosa que requiera un valor económico parece imposible de tirar adelante. Durante estos años, hemos intentado que el tema económico no fuese un impedimento para aquellos chicos y chicas que querían participar en el proyecto y con creatividad, esfuerzo y trabajo lo hemos conseguido.

Durante todas las ediciones hemos recibido una subvención de parte del Ayuntamiento de Olot y del Consell Comarcal que nos ha sido de gran ayuda, además de los premios con los que, afortunadamente, en numerosas ocasiones, hemos visto recompensado nuestro trabajo. Gracias a estas dos fuentes de ingresos, hemos podido conceder a cada alumno una tercera parte del total del importe. Aún así, cada vez las subvenciones son menores y los premios en metálico también han disminuido. Pero ha sido precisamente a lo largo de estos últimos cuatro años cuando,  acorde con las circunstancias, han surgido las mejores ideas para recaudar fondos. Creímos que era importante que todos los alumnos y alumnas consiguieran el dinero que necesitaban para realizar lo que para ellos era tan importante en aquél momento y para intentar que las familias se hiciesen cargo de la menor cantidad posible.

Las camisetas han sido des del inicio una fuente de ingresos muy importante. Siempre nos hemos esforzado en pensar distintos modelos, a pesar de que lo más fácil hubiese sido uno solo. Dedicamos varias sesiones de la materia optativa a buscar ideas y pensar diseños, como si de un departamento de marketing se tratase.  Los chicos y chicas contactan con las empresas de impresión, buscan las más económicas y a la vez de calidad… implicándose de lleno en el proceso. El objetivo es conseguir un diseño atractivo que les permita vender una cantidad elevada. Muchos alumnos han conseguido pagarse prácticamente todo el viaje gracias a la venta de numerosas camisetas.

A partir de la cuarta edición, decidimos aventurarnos a cruzar el charco, y evidentemente el coste del viaje se incrementó. Hubo que ingeniárselas para encontrar nuevas fórmulas. Fue entonces cuando surgió la idea de hacer anillos, pendientes, collares y chapas a partir de materiales reciclados. Estas piezas las vendemos en un puesto que todos los años para San Jordi, montamos para vender rosas, libros, pasteles caseros… Hasta entonces, esa era la única feria a la que se acudía, pero a partir de ese año decidimos participar en muchas más, aprovechando celebraciones que tenían lugar los fines de semana en las poblaciones vecinas.

Otra iniciativa ha sido la del catering de Bachillerato. En nuestro instituto, cada año se celebra una fiesta de despedida para los alumnos que finalizan el Bachillerato. Siempre se había contratado un catering para la ocasión, hasta que nos propusieron hacer nosotros mismos los canapés y ofrecer el servicio. Con la ayuda de algunas madres cada año hemos preparado un catering digno de unos profesionales.

Este año además hemos comenzado una nueva iniciativa, la del crowdfunding, un Verkami. Se trata de una plataforma de Internet que ayuda a impulsar proyectos mediante el micro mecenazgo. Tenemos una página web desde la que la gente puede hacer aportaciones económicas a cambio de una pequeña muestra de agradecimiento. Aquí tenéis el enlace por si la queréis visitar, y si os animáis, podéis hacer una pequeña aportación, y ayudar así  a que un año más, se pueda continuar este proyecto.

Es evidente que cada vez son más los obstáculos que hay que saldar cuando se intentan llevar a cabo determinados proyectos, pero durante este tiempo hemos apostado por la necesidad de reinventarse, de hacer ver a nuestros alumnos que ahora más que nunca la creatividad y el ingenio van por delante del azar y nos serán muy útiles a la hora de conseguir nuestros objetivos. Pero si os parece, este tema lo dejamos para el próximo post.