19 julio, 2015

“¿En qué año transcurre nuestra historia? Da igual. Metan la mano dentro del bombo que contiene todas las fechas de nuestro futuro y saquen una, una cualquiera. Al azar. La acción puede desarrollarse dentro de 10, de 100 o de 1000 años… da lo mismo. Digamos que en el tres mil x.

Todo en la Tierra ha ido creciendo y creciendo…

Las ciudades crecieron y crecieron y crecieron… a tal punto que sus límites llegaron a encontrarse. Los campos dejaron de existir y el mundo fue solo una inmensa ciudad.

Las fábricas de productos químicos alimenticios crecieron y crecieron y crecieron… haciendo que los alimentos naturales disminuyesen, disminuyesen, disminuyesen… Solo había vacas en los zoológicos y espigas de trigo en los museos de historia natural.

Por ejemplo, en Rumalavia, país donde se desarrolla la acción de nuestra historia, uno de los privilegios del Jefe Supremo del Partido Superpopular que gobierna la nación es desayunarse todos los días con un huevo natural…”

Y hasta aquí podemos leer. Se trata de la voz en off del narrador que plantea la acción y el problema a resolver de NN23. NN23 es el título de un episodio de la serie de televisión Historias para no dormir, dirigida por Narciso Ibáñez Serrador y emitida a partir de 1966 por Televisión Española.

¿Tienes una hora de tu descanso estival para reflexionar y quizás, para no dormir, hablar mucho, pensar más y divertirse otro tanto? Desde estas páginas recomendamos un episodio de culto (58 minutos de duración) que debería ser material pedagógico de visionado obligatorio, no solo para nuestros adolescentes sino para todos.

Con Narciso Ibáñez Menta, padre del anterior, como actor protagonista, este capítulo nos sumerge en una especie de era post-atómica, en un planeta globalizado, una auténtica dictadura mundial regida por una especie de simulacro futuro de la ONU. En esta orbe global, llena de tecnócratas y burócratas, los habitantes han sido convertidos en una especie de autómatas, que trabajan como robots sin sentido y, en el escaso tiempo libre que les queda deben seguir la consigna oficial de “No hable. No piense. Diviértase”. ¿Y cómo lo hacen? Pues con el NN23 una especie de tele-encéfalo que se “engancha” en la cabeza y ofrece la diversión obligada desde el poder. ¿Y por qué ese extraño artilugio? Pues porque, por ejemplo, estaba prohibido leer. En fin, artilugios tecnológicos de última generación a los que engancharse y hacerse adicto. En el 2015, ¿nos suena esto de “no hable, no piense y diviértase”? De la deshumanización de la persona hasta su adormecimiento, pasividad y sumisión…

Y salta un alumno, “profe, ¿dónde se puede comprar este artefacto, debe ser chulísimo?”. Y le responde inmediatamente otro… “¡pero no ves que es una película!” En fin, inocente candor juvenil en manos de gadgets potencialmente alienantes.

Se puede disfrutar, preocuparse y reír con NN23 en el siguiente enlace de Youtube.

Ficha técnica: NN23. Estrenado el 23 de abril de 1965. Historias para no dormir (TVE). Actores: Narciso Ibáñez Menta, Estanis González, Elisa Ramírez, Pedro Sempson, Erasmos Pascual, Cris Huertas, José Luis Heredia, Ángel Menéndez, Esther Vázquez, Manuel Torremocha, Conchita Cuetos, Luis Sánchez Polak, Ricardo Palacios, Alfonso del Real, Modesto Blanch, Lorenzo Ramírez, entre otros. Dibujos de Antonio Mingote y música de Waldo de los Ríos.