2 marzo, 2023

El Ministerio de Educación ha publicado los datos de 2022 sobre Nivel de formación, Formación permanente y Abandono escolar en nuestro país. Sus números nos permiten conocer que, por primera vez, desde hace catorce años, el abandono temprano de la educación se ha incrementado.

Hay que esperar para poder confirmar que esto no cambia la tendencia positiva de las últimas tres décadas, sin embargo, es un dato que nos tiene que poner en alerta.

La tasa de abandono escolar en 2022 fue del 13,9%, la segunda mayor de la Europa comunitaria. Junto a Malta, Rumanía, Italia, Bulgaria, Hungría, Chipre y Alemania forma el grupo de ocho países que están por encima del objetivo comunitario en este apartado.

No hay que perder de vista que, de momento, la tendencia es a la baja, y eso es una buena noticia. Sin embargo, el dato tomado de manera absoluta nos dice a gritos que hay que seguir trabajando intensamente.

       Las nuevas tecnologías bien utilizadas pueden ser un ancla, el ancla que les fije a permanecer en el centro y no abandonarlo antes de tiempo.

 

¿Qué es el abandono escolar? ¿Por qué es algo a combatir?

Se entiende como abandono escolar cuando un alumno o una alumna deja de acudir al centro escolar. El fracaso escolar es cuando no consigue alcanzar los objetivos académicos propuestos. Son conceptos similares, pero con matices que los diferencian.

De estas dos situaciones la más preocupante es el abandono, pues deja a los chicos y las chicas en una situación de gran vulnerabilidad.

Las razones del abandono.

Lo más habitual es que nos encontremos ante un cúmulo de razones y no de un acontecimiento aislado. Se apunta, de modo general, a los factores personales, a los del entorno y también a determinadas características del sistema educativo que no ayudan a mitigar los dos factores anteriores.

  • Factores personales: Por ejemplo, los problemas de salud que impiden entrar en el ritmo medio de la clase, también los casos en los que el alumno o la alumna tiene problemas de aprendizaje, y también, de manera no poco común, el poco conocimiento de la lengua vehicular del centro.
  • Factores del entorno: Los familiares son clave en esta situación. Hay familias con dificultades económicas que no pueden acompañar al alumno o la alumna ante los problemas derivados del día a día escolar. Y también hay familias que no dan importancia a la formación y que incluso pueden a animar a sus hijos e hijas a abandonar los estudios obligatorios.

Otro factor del entorno es la influencia de los compañeros y compañeras. En algunos casos, las amistades ejercen una presión social que les conduce al abandono casi como a un triunfo. En otros casos, el acoso escolar o el rechazo social son las causas que les hace decidir abandonar los estudios.

  • Los factores derivados del sistema educativo: Es conocido que los centros pequeños, con aulas con menores ratios, tienen también menor tasa de abandono. Los centros en los que el profesorado no tiene recursos ni tiempo suficiente para atender las necesidades del alumnado de manera individualizada no tienen posibilidades de equilibrar los factores personales y del entorno que llevan a los chicos y chicas al abandono escolar

        Conociendo ésta realidad, es perfectamente asumible que se valore el uso de las nuevas tecnologías como una de las claves para conseguir un aumento de la motivación del alumnado.

 

Las nuevas tecnologías, de incipiente problema a gran solución.

Hace unos años ya que se viene advirtiendo que el exceso de tecnología colabora en el fracaso escolar, ya que los estudiantes pierden el hábito de estudio y de esfuerzo.

¿Y a qué nos referimos con exceso de tecnología?

Cuando la tecnología se convierte en un factor más del entorno, cuando no pueden vivir sin sus dispositivos. El exceso de horas de conexión a internet y a videojuegos online que, en ocasiones, lleva a la adicción, ese es el exceso que, en algunas ocasiones, favorece al abandono escolar.

El mundo al otro lado de las pantallas es un verdadero gancho en el que pueden permanecer horas y horas, lo que les desconecta de la realidad, del entorno, de las rutinas de estudio y de la necesidad del aprendizaje en la escuela.

Sin embargo, ésta no es una de las razones más determinantes, y por sus características, puede darnos una buena pista para encontrar soluciones.

Un ancla para conectarse al centro educativo.

Conociendo ésta realidad, es perfectamente asumible que se valore el uso de las nuevas tecnologías como una de las claves para conseguir un aumento de la motivación del alumnado.

Precisamente poder acceder a contenidos interactivos, dinámicos, sorprendentes. Y poder ampliar la comunicación con el profesorado o con otros espacios e instituciones desde la escuela, son cosas que pueden anclar y fidelizar el alumnado al centro.

Y también es importante valorar las posibilidades que tiene el profesorado para crear contenidos personalizados.

De manera que, como con casi todas las herramientas, no es tanto el recurso en sí sino su utilización la que define su utilidad.

Las nuevas tecnologías bien utilizadas pueden ser un ancla, el ancla que les fije a permanecer en el centro y no abandonarlo antes de tiempo.

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